En Nueva York estás a 5 horas de poder comprar un chico o una chica sanos, para cualquier tarea, desde sexual hasta servicio doméstico. Cuando hablamos de esclavitud, nos referimos a fuerza de trabajo humana obligada a trabajar mediante fraude o amenaza de violencia, sin recibir paga aparte de la subsistencia. Coje un avión a Haití, y por una cantidad ridícula para estándares occidentales, puedes salir con tu propio esclavo/a en pleno siglo XXI.
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(En inglés).
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