miércoles, 19 de noviembre de 2008

SOLDADOS


El soldado es, en términos comparativos y muchas veces también en términos absolutos, el sector público peor pagado. Se trata de un funcionario al que enviamos a la guerra para que defienda nuestros intereses con su cuerpo y con su vida. Su trabajo merece el máximo respeto, y sin embargo ofendemos con frecuencia al soldado diciendo, “va en misión de paz” cuando en realidad a donde van destinados es a una zona en guerra. Ese es el problema de los juegos de palabras. En una guerra, fusilar a niños constituye un crimen de guerra. Hay reglas, aunque no se cumplan. Si no se reconoce la guerra casi cualquier cosa que haga el enemigo puede calificarse “como terrorismo”.



Un soldado de un ejército regular, encuadrado en una fuerza multinacional de ocupación, es un objetivo militar legítimo, aunque quien le mate vista de civil y profese una ideología detestable.
Si negamos eso, negamos su misma profesión. Cuando cae un soldado, cae con honor en el campo de batalla y debemos agradecerle que lo sacrificara todo, su propia vida y la felicidad de su familia, en nombre de algo tan abstracto como nuestros intereses estratégicos. No le insultemos, por favor, diciendo que les enviamos a Afganistán para construir escuelas o mantener el orden público. A eso se dedican otros profesionales. Estamos en una guerra y como tal demostrarán y lo están haciendo su valentía y profesionalidad como lo hicieron otros viejos soldados españoles Tercios de Flandes, Filipinas, Marruecos, Cuba, Italia, Rusia, Méjico, etc.….
CIC

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